La selección sureña logró conquistar su primera Copa América al vencer a Argentina, en la siempre tensa definición por penales.
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Cuando Arturo Vidal estrelló su Ferrari en estado etílico en plena competición, el común denominador pensó en el declive del elenco local. Se generaron muchas controversias y decisiones dividas entre mantener, o no, al jugador de la Juventus.
Jorge Sampaoli, pudo blindar a su estrella y primó el resultado por encima de la disciplina.
La lluvia de críticas no tardó en llegar pero "El hombrecito", salió al frente en todo momento.
Tras unas semanas, Vidal fue partícipe en todos los partidos posteriores. Anotó contra Bolivia, fue importante ante Uruguay y Perú; y anotó uno de los penales con los que su selección triunfó en su casa. Hoy nadie recuerda aquel pasaje, y si lo hacen, queda completamente relegado tras haber conseguido el objetivo.
Puede que la forma en la que Chile llega a la final, sea cuestionada por los incidentes que sucedieron en la previa al partido decisivo pero, no debe quedar duda que contra Argentina fue superior y un justo campeón. Hace un año, Medel y compañia lloraban la eliminación del Mundial en Brasil. Hoy vuelven a derramar lágrimas, pero de alegría. El fútbol de revanchas, sin duda.